Expertos en climatización, calefacción, ventilación y frío industrial, queremos que siempre cumplas con la normativa vigente. ¡Infórmate sobre ella aquí!
Si alguna vez has sentido mucho frío al entrar en un sitio público o has notado un gran cambio de
temperatura con respecto al exterior, tienes que seguir leyendo para informarte sobre la ley que regula esta normativa.
¿Cuáles son las más importantes?
La normativa contiene 31 medidas que debemos llevar a cabo para el ahorro energético. Las medidas más llamativas son las que regulan la temperatura que debe tener la calefacción y el aire acondicionado en los locales administrativos, comerciales, ocio, de titularidad pública etc,
Según marca la normativa que está en vigor, el aire acondicionado no puede estar a menos de 26 grados. Mientras que la calefacción no puede estar por encima de los 21 grados.
En ambos casos, la humedad relativa debe estar comprendida entre los valores del 30% y el 70%.
Incluso, los locales muy frecuentados o que tengan más de mil metros cuadrados deben contar con un dispositivo que muestre la temperatura.
¿Qué se consigue siguiendo la normativa?
El ahorro es lo que persigue esta normativa principalmente. Además, incluye también, que aquellos edificios o locales que tiene un acceso directo desde la que calle deben tener un sistema de puertas que evite que estas puedan quedarse abiertas, produciéndose así un despilfarro.
Otra de las medidas que contiene esta ley es la prohibición de ciertas calderas. Más concretamente, aquellas calderas que tienen un rendimiento superior al permitido o que contaminan de forma superior a los límites que establece la ley.
Es por todos sabido, que con la climatización la factura de la electricidad se dispara. Estas medidas también repercutirán en el bolsillo, ya que con la temperatura recomendada el gasto siempre será menor.
También, hay motivos de salud detrás de estas medidas. Los cambios bruscos de temperaturas no son recomendables para las personas, ya que puede dar lugar a catarros indeseados. Estos cambios bruscos de temperatura también repercuten en los casos de alergias. Para el funcionamiento óptimo del cuerpo, la temperatura de este tiene que estar en torno a los 36 grados.
Aunque la normativa no incluya los hogares, todos podemos llevar a cabo estas instrucciones que tendrán unas consecuencias positivas para nuestro alrededor y para nosotros mismos. Y es que según algunos datos, la factura de los hogares puede ascender a los mil euros anuales.
La fórmula para que el ahorro se vea reflejado en la factura, es programar el aire acondicionado de forma que no haya nunca una diferencia de 12 grados con respecto a la temperatura exterior. Fijando como temperatura idónea los 24 o 26 grados.
¿Cuáles son las más importantes?
La normativa contiene 31 medidas que debemos llevar a cabo para el ahorro energético. Las medidas más llamativas son las que regulan la temperatura que debe tener la calefacción y el aire acondicionado en los locales administrativos, comerciales, ocio, de titularidad pública etc,
Según marca la normativa que está en vigor, el aire acondicionado no puede estar a menos de 26 grados. Mientras que la calefacción no puede estar por encima de los 21 grados.
En ambos casos, la humedad relativa debe estar comprendida entre los valores del 30% y el 70%.
Incluso, los locales muy frecuentados o que tengan más de mil metros cuadrados deben contar con un dispositivo que muestre la temperatura.
¿Qué se consigue siguiendo la normativa?
El ahorro es lo que persigue esta normativa principalmente. Además, incluye también, que aquellos edificios o locales que tiene un acceso directo desde la que calle deben tener un sistema de puertas que evite que estas puedan quedarse abiertas, produciéndose así un despilfarro.
Otra de las medidas que contiene esta ley es la prohibición de ciertas calderas. Más concretamente, aquellas calderas que tienen un rendimiento superior al permitido o que contaminan de forma superior a los límites que establece la ley.
Es por todos sabido, que con la climatización la factura de la electricidad se dispara. Estas medidas también repercutirán en el bolsillo, ya que con la temperatura recomendada el gasto siempre será menor.
También, hay motivos de salud detrás de estas medidas. Los cambios bruscos de temperaturas no son recomendables para las personas, ya que puede dar lugar a catarros indeseados. Estos cambios bruscos de temperatura también repercuten en los casos de alergias. Para el funcionamiento óptimo del cuerpo, la temperatura de este tiene que estar en torno a los 36 grados.
Aunque la normativa no incluya los hogares, todos podemos llevar a cabo estas instrucciones que tendrán unas consecuencias positivas para nuestro alrededor y para nosotros mismos. Y es que según algunos datos, la factura de los hogares puede ascender a los mil euros anuales.
La fórmula para que el ahorro se vea reflejado en la factura, es programar el aire acondicionado de forma que no haya nunca una diferencia de 12 grados con respecto a la temperatura exterior. Fijando como temperatura idónea los 24 o 26 grados.
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